jueves, 8 de octubre de 2009

BOLIVIA HOY

Sin duda alguna, hoy, la vida de Bolivia gira en torno a las próximas elecciones que inician un nuevo ciclo político. Por primera vez en su historia, el Presidente en ejercicio puede presentarse a nuevas elecciones. Es uno de los cambios introducidos en la nueva Constitución Política del Estado. Esto le concede una ventaja clara frente a la oposición, muy dividida, por cierto. Los medios estatales de comunicación están dedicados de manera casi exclusiva a programas de corte preelectoral: entrega de cheques a Municipios por parte del Presidente, inauguración o promesa de nuevas obras...
Por poner un ejemplo bien cercano a España. Dentro de los spots publicitarios oficiales figura la condonación por parte de España de más de cien millones de dólares de la deuda externa. Ayer, hace pocos años, Evo era contrario, por dignidad, a solicitar la condonación. Hoy lo conseguido de España lo presenta como un gran logro suyo. Otro spot… Repsol va a invertir en cinco años unos 1600 millones de dólares para la explotación de petróleo en Bolivia.
En este camino electoral una de las novedades más importantes es el padrón biométrico (datos, foto y huellas de los diez dedos de las manos). Con él se pretende evitar el fraude electoral. El documento que entregan al inscribirse en este padrón va a ser el requisito obligatorio para poder emitir el voto. Otra novedad interesante para las próximas elecciones de diciembre es el voto de los residentes en el exterior, aunque va a estar reservado exclusivamente a unos pocos. Como una primera experiencia, no va a ser universal.
El slogan “Bolivia cambia, Evo cumple” es verdad, aunque sólo en parte. Corre más el dinero oficial, se realizan más obras (otra cosa es que se opte por las obras más importantes)... El pueblo sencillo vive como antes, igual de pobre, en su misma humilde casa, la misma comida, el mismo transporte “de carga”, aunque con más años. La educación y la salud han mejorado sensiblemente en sus infraestructuras (no sólo en estos tres últimos años) pero la calidad y calidez de la atención sanitaria y de la educación no parecen ir al mismo ritmo.
Ciertamente el campesino tiene hoy más conciencia de ser gente, de ser importante, ha ganado en autoestima. Es posible que éste constituya el cambio más serio en la sociedad boliviana. Tal vez no se ha acertado en la dinámica de este cambio. Hay quienes se sienten excluidos de esta nueva Bolivia.

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