Este verano estuve dos meses en Bolivia en el campo de trabajo de la misión, y en esos dos meses viví muchas cosas diferentes, y muchas de ellas las tengo presentes a diario.
Una de las realidades más duras que tengo presentes a diario son los niños. A pesar de que estamos en el siglo XXI el trabajo infantil en Bolivia es una realidad que está a la orden del día. Niños de 8-10 años trabajando de albañiles, encargándose de los animales… Eso sí, siempre con una sonrisa en la cara, porque la felicidad allí se vive de otra manera.
Sé que el trabajo infantil existe en el mundo; pero saberlo de oirlo a saberlo por haberlo visto cambia mucho las cosas.
Una de las realidades más duras que tengo presentes a diario son los niños. A pesar de que estamos en el siglo XXI el trabajo infantil en Bolivia es una realidad que está a la orden del día. Niños de 8-10 años trabajando de albañiles, encargándose de los animales… Eso sí, siempre con una sonrisa en la cara, porque la felicidad allí se vive de otra manera.
Sé que el trabajo infantil existe en el mundo; pero saberlo de oirlo a saberlo por haberlo visto cambia mucho las cosas.